MINIFICCIÓN. DE EL DEDO EN LA LLAGA. IV.
Deseaba ser amada por un príncipe azul, que llegara en una Harley, la tomara por la cintura y le demostrara la fortaleza de sus músculos al hacerle el amor.
El día llegó. Fue tan simple. El hombre de barbilla cuadrada intentó con suma devoción abrirle los labios para colocarle la mascarilla de oxígeno, antes que sus cansados pulmones cesaran de extrañar al príncipe renegado en la orilla de la carretera.