OH
Oh, ¿qué es eso?
Se abalanzó torpe.
La esfera de cristal
como una gota de baba seca,
un espejo en miniatura,
lágrima de silicón.
La canica, Yan, la canica.
Papá pipí popó
Shhh shhh
Lo incomprensible,
Yan,
magia negra.
Vamos a explorar tu cuerpecito.
Vamos a recorrer tu piel
como llanuras de ensueño.
Tu espalda
toda una cordillera
o serpiente.
Yan,
¿qué es esa serpiente
entre sueños
mudando su piel a la tuya
y durmiendo en silencio?
Shhh shhh
Tus ojos son dos lunares
apretujados en la cara.
Son dos bocas
de tanto mundo atragantadas.
Son dos mundos en un visaje
de suspenso eternamente.
Tu boca son aguas termales
como lluvia en la coladera.
Es una cueva
que se deshace constantemente
en grandes burbujas
como palabras.
Oh, ¿qué es la lluvia?
Es el cielo
cagando confeti.
Sus labios se contraen
sin alcanzarlo.
Popó pipí papá
Y su cabeza
de raíces surcada.
Tu cabeza
es un tubérculo realmente.
¿Y qué es raíz?
Son alas
que vuelan hacia abajo.
Tu cabeza,
gran palapa pelona,
un coco café
con alopecia.
Y la suavidad:
La suavidad es inefable
sequía de indescriptible carencia
de falta de explicación sin argumento.
Pipído poder poner palabras.
Yan,
podrás comprender el mundo,
desentrañar hasta sus últimas consecuencias
la canica de cristal
cual agua dura,
domar la circunferencia y lo invisible
en el espacio entre tus dedos
y la lengua,
y todo sabor caerá rendido ante tu lar.
Podrás vencer a la respiración
y al átomo
como hombrecitos
agarrados de la mano,
pero cuando te alejes
y en la canica mires el espectro pequeñísimo
que mimetiza, girasol,
tus movimientos,
al diligente imitador
como atrapado en el cristal
diáfano y yermo,
tal vez comprendas…
Podrás comprender el mundo
todo,
podrá acabarse todo horizonte
cual guillotina
pero en tu ser,
inextricable laberinto sin luz,
encontrarás la pregunta sin respuesta
aún de pie
y aún intacta.