Y seguimos pidiendo la palabra: ACTOS
Entre el escándalo de la matraca urbana,
que perfora con elegancia sutil
los tímpanos más ensordecidos,
logro percatarme que una ligera brisa,
agónica, de llantos infantiles recubre el ritmo citadino.
Hurgo, como si fueran los folders de un archivero infinito,
los espacios y las caras interrogantes que me rodean.
Son los faros que como ojos de automóviles
en el brote esquizofrénico;
gritan lamentos
rasgando mi alma.
Si me tocas es probable que muera.
Si me miras me perforo.
Si avivas tus olores saboreo con morbo.
Pero si cantas miseria,
enloquezco en locura.
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yanitza carolina jacinto castro