Y seguimos pidiendo la palabra: UNA DÉCIMA DE DON LEO
Este anhelo de abrazarte
es un mar que no termina
y es disuelta arena fina
este intento de nombrarte.
Soy la roca que se parte.
Nuestro mar
mirando cielo.
Soy el golpe, tú eres vuelo
hacia un monte que se inclina.
Este anhelo no termina;
cabe un mar en este anhelo.