Taller de la serpiente: ESTRÉS
IV
No la pluma penetrando el mito del vacío
ni la tinta convirtiendo en códice su abrazo.
Es el agua que pule su reflejo
al punto del olvido
-Es entonces la escritura aquello que no debe ser leído-
No es legado sino fuga
el caudal tendido en su blancura,
no es la voz ni la mirada
es el fuego que convoca toda musa.