Y seguimos pidiendo la palabra: PIEL
La piel no entiende de moral, de edad,
de prejuicios,
de besos en penumbras.
La piel no distingue sofá,
ni oficina, ni hoteles, ni auto.
Confunde albas con crepúsculos
piel sorda de ofensas
piel ciega de imperfecciones
piel ajena
a prólogos y finales.
La piel no sabe de manzanas arrancadas,
menos de serpientes embaucadoras.
Piel claustrofóbica cuando huele tu libertad ,
piel que se marchita ,
piel perenne a tu mínima caricia.
La piel te llama,
y en tu ausencia se arranca, nocturna piel
mi piel, punta del iceberg que provocas.