Y seguimos pidiendo la palabra: DE TORERA DE LAS AGUAS: IV
IV
Pero yo camino para atrás, como los cangrejos.
Mi estupidez
azul, desparramada,
se disuelve con esa otra estupidez
más azul y desparramada del mar.
Voy caminando hacia atrás
y mi rostro,
el de la espalda,
me desdice, se deslinda del paisaje, es tierra triste;
mientras el otro
ve cómo el horizonte devora nubes,
y ríe, ríe, ¡ríe!;
hasta que pare labios
y llueve sangre
riendo, riendo más, hasta la muerte.
Soy el cangrejo
que fuera del agua
se come por dentro.