Y seguimos pidiendo la palabra: CARNE DE CAÑÓN
Es la primera vez y no me parece tan especial como dicen, ya los chamacos llegaron a casa y me van a chingar por no llegar con ellos, y falta que hasta el viejo pinchi, a chingadazos me va a meter hasta el cuarto, pero si me apuro, chance y hasta llegue primero.
Al Pepas no le dicen nada en su casa, ya está grande y su mamá nunca está y sus hermanos ni de pedo la hacen, no vaya siendo mi family, hasta por echarte uno la hacen cardiaca.
Lo difícil fue pasar desapercibidos, ceros por la gasolinera, y el Pajita ya tenía lo prometido para el Pepas, fue rápido y rápido nos retiramos para terreno, desde arriba podemos ver quien entra al barrio, y si hay apañón somos lo primeros en saberlo, corremos a la base.
Dicen que al Rana Sabia la corretearon por estos terrenos a puro chingazo, hasta que lo mataron, y todo por que el puto le puso el dedo al Indio, tu chitón, si te agarran tu chitón, esto es pa’ hombres o qué ¿eres puñal?, mejor ábrete a la verga…claro el Pepas se las sabe todas, hasta dice que ya sabe lo que es filerear a un cristiano, pero en defensa propia.
La verdad yo si le creo, por que uno de repente se enoja y pues uno ya es hombre y tiene que responder, y la neta me da miedo que en un arranque destos me eche al viejo, o al putito del Andraca y sus pinches binomios cuadrados perfectos, con lo que me interesan a mi esas pendejadas, el Pepas en cambio ya se los hubiera tumbado, pero yo tengo que cambiar, llegando a casa, a partir de hoy, van a ver quien manda…
−Ya llegué madre.
−Qué bueno, hijo. Lávate las manos pa’ que cenes y déjale un birote a tu papá.
−Sí mamá.