Y seguimos pidiendo la palabra: LOS POROS DE MI PIEL
Los poros de mi piel
Escupen
Gotas de inocencia
Ultrajada.
Agoniza un sueño
Reprimido
En la matriz
De mis huesos
Tengo una gotera
En mi pensamiento
Por donde escurre
el amargo color
de tu sombra.
Poco a poco
Se desvanecen
Las tardes
Frías
En que intenté
Castigar
al sol
Con mi sombrilla.
El viento
Arremolina ceniza
Que al cubrirme
El cuerpo,
Intensifica
El frío
Y vacía mi aburrimiento
Las termitas, al perforarme
El cráneo, dejan salir
Solemnes, ancianos
Unos teóricos gusanos.
Los pies del
Profeta se deslizan
Sobre la brisa
Y entre sus dedos,
Van cayendo
Semillas de silencio
Suficientes para sembrar
Nuestro desierto.
Ya todo se va,
Se pierde
Huye con la marea.
Sólo logré aprisionar
Entre mis manos
Un par de ojos
Inyectados
De infinito.