Y seguimos pidiendo la palabra: BAJO LA FALDA DE LA LLUVIA I
Viento perezoso: no te adormezcas
bajo las frondas de mi jardín. Corre
con la noticia de su llegada. Dilo a
las hojas altas de las hayas que
beben en el río; a los bambús que
se mecen e inclinan en su cerrada
cortina de murmullos; a los lejanos
montes que pacientes aguardaban
su llegada. Tú has viajado por la
tarde trayéndonos los aromas más
delicados; pero jamás llevaste,
tejida entre tus cabellos, tan
deliciosa guirnalda.