Y seguimos pidiendo la palabra: CRÁNEO
Hay un enorme vacío en la nada. Sólo vacío y una terrible
sensación de ausencia.
La soledad inexorable invade la cabeza.
Todo es vacío cuando no estás, cuando lo único que queda
es la ausencia de tus ojos.
El aire tétrico penetra suspirando por las cavernas gemelas y
la nada se posa en la concavidad casi perfecta de hueso
duro del cráneo descarnado.
Soledad, ausencia, vacío.
Comentarios (1)
Ernesto de la Fuente