Y seguimos pidiendo la palabra: DEJA VÚ
¿Por qué en las noches de madre luna mi vientre cruje como árbol tierno?
Los senos exhalan un ardor niño
y su piel parece contener un fuego arrepentido.
Esas noches el sueño se ausenta temeroso de su propia fiebre.
cuerpo que vencido se agita entre las llagas del recuerdo,
aliento vuelto eco de gritos y gemidos
¿por qué la brisa se siente soga al tacto?
Al amanecer,
un sabor de víscera infantil llena la garganta
y refresca mi memoria.
No sé si reír escandalosa o tomar la escoba,
barrer para olvidar las noches de madre luna
y los aquelarres que su insomnio evoca.