Y seguimos pidiendo la palabra: DESCIFRANDO EL AIRE
Un sinuoso deambular por la ceguera de mis pasos,
se repite, se reitera, se produce, se revierte,
inefables demonios que despiertan,
la inclinación de sumergirse en las aguas del Leteo,
en la destrucción de aquellos mares del corazón
que aún palpitan en los cantos de madrugada.
Todo vuelve a suceder, en un calor cobijado por la ausencia,
la indiferencia y las vacaciones del imaginario,
de la expresión poética, colándose por las alcantarillas,
para visitar a las ratas
para perderse, sin retorno, sin salida, sin principio.
Todo vuelve a suceder en un calor cobijado por
el principio, que deambula
que se repite, se reitera, se produce, se revierte,
en los mares que palpitan en este demonio indiferente
que se pierde en la incitación de una rata colándose
por una alcantarilla.
Todo vuelve a suceder en un corazón imaginario,
que deambula en las aguas del Leteo,
para incitar a demonios despertar a las ratas
suceder, regresar, perderse en una alcantarilla.
Y seguimos sin descifrar el aire.