Y seguimos pidiendo la palabra: ESTERO
No deseo más muerte que tus labios,
ni destino mayor que tu silencio
y así el ropaje de la voz quitarnos
pues somos más vulnerables desnudos:
una espada sería usar el verbo
en esta simetría que nos vuelve
burbujas de jabón por el ombligo
unidas, coxis zodiacal de un sueño;
tocar a tu puerta es fundar un reino
con las manos manchadas en el lodo
por la hermosura herido y desangrado
y en los rincones donde llora un niño,
para que no te salgas de mis ojos,
fijar en ellos tu imagen con clavos;