Y seguimos pidiendo la palabra: Exilio
Este cielo azul y abierto
no se parece al denso gris y enorme
de mi tierra,
esta hermosa herrería de mi cuarto;
Blanca y ligera,
pierde su estética ante el recuerdo
de los barrotes de mi celda, allá en mi tierra.
Tu cuerpo caliente junto al mío
y el frio, de los cadáveres de mis amigos.
Mi patria
Mi bandera
La maestra de mi escuela.
El concreto de esta banqueta
Las grietas que dejaron las bombas en la iglesia
Pan recién horneado
Latas caduca
Gatos
Ratas
Vecinos
Militares
Jardín
Fusil
Estas piedras
Aquellos huesos
El silencio
¡La voz!
¿Qué olor a tierra quemada, calan mis palabras al vaciarlas en esta hoja, en la hora ultima?