Y seguimos pidiendo la palabra: LA CHICA DE CUERPO ESBELTO
Eran las 7 pm a lo mucho, y yo iba caminando, como todos los días, hacia el gimnasio.
El gimnasio se encuentra aproximadamente a tres cuadras de mi casa, así que hago a lo máximo tres minutos caminando. Entre el lugar a donde iba y mi casa hay un bordo.
Acababa de salir de mi casa, y cuando di vuelta en la esquina, vi a una muchacha muy hermosa. Tendría unos 17 años de edad. Vestía un pantalón de mezclilla y una blusa morada. Lucía bien sus prendas gracias a su esbelto cuerpo.
Le sonreí. Me sonrió.
Cada uno siguió caminando hacia su destino.
Andados algunos pasos de distancia, escuché un sonido fuerte, aturdidor.
Volteé inmediatamente y para mi sorpresa la muchacha con la que había intercambiado miradas hace apenas unos segundos, se encontraba tirada en el suelo, con un charco creciente de sangre a su alrededor.
Busqué rápidamente con la vista al agresor, y logré ver a un señor que subía a un carro blanco con un arma de fuego en la mano derecha.
El carro arranco velozmente y huyó.
Desesperado, llame a la ambulancia. Llegó a escasos minutos de mi llamada.
Me alejé de ella. No la conocía. No sabía nada de su vida.
Jamás la volvería a ver.