Y seguimos pidiendo la palabra: LA PARIDAD
Sostenida por dos cordones
la flecha empuja más alto
hiere al espacio
y nada sangra
se entretiene en cada estación que besa
besa sin aire
y construye del orden
su propio andador
agotada ya no cede
continúa
hungiendo todos los óleos
cuando eran santos
continúa
sostenida por dos almohadas
donde las plumas secas de aliento
rompen el peinado
de una flecha en órbita.