Y seguimos pidiendo la palabra: OTREDAD
Porque hace una semana era la niña del nombre nuevo
tengo ganas de ser cualquier cosa que no sea este cuerpo
ni el humedal sonriente de mi pecho,
tengo ganas de no ser este perpetuo río de palabras derramadas
para nombrar el silencio de la ausencia
para saldar la deuda de la no presencia,
y ganas también del
árbol y la noche
de la raíz y el fruto
de todo lo que se comparte
y se envuelve
y se esconde.