Barco hundido Fang Ming: arrecife artificial en el Mar de Cortes, La Paz, Baja California Sur.
Arrecife de coral creado artificialmente , en las cercanías de la isla Espíritu Santo– al hundir la embarcación china de manera intencional denominada Fang Ming, con la finalidad de crear escenarios de atracción para los buzos. Ésta fue la primera ocasión en América Latina en que una embarcación fue acondicionada para ser hundida con tal propósito.
Se dice que zarpó desde China con decenas de inmigrantes –alrededor de 157– y navegó durante dos meses por las aguas del Océano Pacífico; durante los cuales vivieron sufriendo de hambre y sed. Fue hasta el 18 de Abril de 1995 que la Armada de México, encontró la embarcación varada en altamar. Ésta los condujo hasta Puerto San Carlos, de dónde fueron trasladados a los Estados Unidos de América y deportados a su país de origen.
Después de un tiempo –en el que la embarcación fue llevada a Puerto San Carlos–, miembros del Sea Watch y conservacionistas locales, tuvieron la idea de convertirlo en un bello arrecife artificial; para ello se acercaron a los directivos de Pronatura en La Paz, quienes acogieron la idea en conjunto con Pronatura Nacional, desarrollando así el proyecto. Gracias a que la embarcación no fue reclamada por sus propietarios, la Secretaria de Marina donó la embarcación al plan inicial.
Previo al hundimiento, el Fang Ming fue preparado cuidadosamente para eliminar cualquier elemento que pudiera representar un peligro para los buzos –retirando fierros, tubos, puertas, cables, y mamparas en donde un buzo pudiera atorarse–. Antes de que se sumergiera dos equipos de buzos y camarógrafos abordaron la embarcación para hundirse con ella y capturar las espectaculares imágenes. La fragata apagaincendios, que había bombeado miles de litros de agua dentro de las bodegas del barco, fue retirada junto con las demás embarcaciones alrededor; el capitán Thompson abrió las válvulas y los buzos situados en el barco se sujetaron con todas sus fuerzas. Una vez iniciado el proceso, el agua empezó a entrar por los cortes hechos en los costados del casco y grandes chorros de agua salieron del barco como si fueran los últimos resoplidos de vida del Fang Ming. Sin embargo, se cuenta que uno de estos chorros lanzó al mar al camarógrafo Manuel Llazcano, mientras Alejandro Burillo, Efrén y Juan Barnard se aferraban a los barandales para evitar ser succionados.
El Fang Ming cayó a plomo, y retumbó al chocar con el fondo marino. Su profundidad máxima es de 72 pies, ideal para el buceo recreativo y deportivo. No obstante, un paso histórico en el ámbito de la conservación y el desarrollo del ecoturismo en el Mar de Cortés se dio con el hundimiento de éste barco. No obstante, el proyecto tiene seguimiento hasta nuestros días para asegurar que el arrecife artificial impida la pesca y el ecoturismo ilegal en Áreas Naturales Protegidas.