La leyenda de Niparaja y Tuparán
Cuenta la leyenda pericú de un señor que vivía en el cielo llamado Niparaja, creador del cielo, la tierra y el mar que poseía el poder de cualquier cosa. El gran señor tenía una esposa llamada Anajicojondi, quien le había dado tres hijos sin tener contacto carnal, ya que carecía de cuerpo. Uno de sus hijos llamado Cuajaip, había sido un verdadero hombre que habitó en tierra por un largo tiempo para doctrinar a los humanos.
Un día los hombres se rebelaron contra Cuajaip, lo mataron y colocaron sobre su cabeza un ruedo de espinas, creían que el cielo estaba más poblado que la tierra ya que en aquella religión hubo en remotos tiempos una espantosa guerra provocada por otro personaje llamado Tuparán por unos, mientras otros le llamaban Bac, contra Niparaja. La historia relata que Niparaja salió vencedor de la batalla, por lo que después de quitarle a Tuparán las pitahayas y diversas frutas, lo encerró en una cueva cerca al mar y colocó ballenas para que no lo dejaran salir de la prisión.
La leyenda asegura que Niparaja estaba en contra de las guerras y Tuparán a favor, por lo que cuando una persona moría flechado no iba al cielo, sino a la cueva de Tuparán.