Leyenda de la maldición de Cabo San Lucas
Cuando Cabo San Lucas era una tierra con poca población en la que todos los habitantes se conocían, llegó al muelle un barco con personas a bordo enfermas de fiebre amarilla que días anteriores estuvo en La Paz. Los habitantes al percatarse de la pálida piel amarilla de los tripulantes les negaron la entrada a sus tierras.
El barco estuvo en las costas de Cabo San Lucas varios días, nadie se animaba a bajar por las amenazas de los habitantes hacia los tripulantes. En una tarde calurosa una mujer de edad avanzada se armó de valor para salir del barco con un niño en brazos, en su andar se podía ver a metros de distancia lo gravemente enferma que se encontraba. Con esfuerzo la mujer pidió a los ciudadanos un poco de agua y alimento para todos los tripulantes, pero la petición fue negada y para evitar que más valientes salieran a pedir víveres lanzaron a la mujer al mar mientras se burlaban de ella.
La horrorosa acción de los ciudadanos provocó la ira de los tripulantes, quienes eran húngaros y videntes. La mujer lanzó una maldición para toda la descendencia de los testigos que presenciaron su muerte quienes morirían de forma atroz, incluso lanzó una maldición para el puerto asegurando que algún día el mar se tragaría la tierra para cobrar lo negado, después de esto el barco zarpó.
Narran testigos que el señor Thomas Ritchie iba llegando al puerto cuando sucedió la maldición, preocupado mandó un bote en el que iban dos personas para que el barco regresara y poder proporcionarles los víveres solicitados. Pero los pasajeros se negaron a regresar por la maldición que recaería sobre las tierras.
La incertidumbre de la maldición aún preocupa a familiares de los testigos, quienes de boca en boca han ido contando la leyenda y están en la espera de un final terrorífico donde los pasajeros y la mujer enferma cobren al fin su venganza.