Cultura empresarial: LA ESENCIA DEL LIDERAZGO
El liderazgo se compone por un conjunto de competencias o capacidades susceptibles de aprendizaje. Así, todo líder excepcional es al mismo tiempo una persona siempre dispuesta a aprender. La confianza interna requerida en un líder proviene del aprendizaje que logre desarrollar sobre sí mismo, en torno a las habilidades, los prejuicios y los talentos de su persona. Esta confianza se edifica cuando se construyen fortalezas personales y se sobreponen a las debilidades propias de todo ser humano.
¿Cuáles son estas fortalezas? En nuestras colaboraciones de las últimas cinco semanas hemos buscado definirlas, caracterizando de esta manera el concepto de líder. Para ello, consideramos que la mitad de la caracterización es señalada por quienes desarrollamos el rol de seguidores del líder, mientras que la otra mitad se obtiene de las observaciones que los propios líderes realizan sobre su actuar frente a sus mayores retos.
Los seguidores queremos de nuestros líderes credibilidad, caracterizada como la conjunción de las siguientes cualidades: honestidad, competencia, visión de futuro y capacidad motivadora. Queremos creer que su palabra es confiable, que ellos harán lo que nos dicen, que tienen el conocimiento y la capacidad para lograr lo que buscamos y que al tiempo que se encuentran entusiasmados por enfrentar un reto, también nos motivan para querer participar en ello.
Por otro lado, ya hemos mencionado que la bibliografía sobre el tema y los estudios de casos revelan por parte de nuestros líderes la realización de prácticas comunes, semejantes en todos ellos, que les permiten obtener resultados extraordinarios en su desempeño dentro de las organizaciones. Encontramos que hay cinco acciones fundamentales dentro de la práctica del liderazgo y diez patrones de comportamiento que se repiten en su actuar. Esto, de acuerdo con las opiniones de los mismos líderes, puede ser resumido de la siguiente forma:
Nuestros líderes enfrentan el reto de cambiar el estado de cosas en la organización. Buscan oportunidades para cambiar el status quo. Desarrollan métodos alternativos para innovar y fortalecer el trabajo en la organización. Experimentan, toman riesgos y puesto que tomar riesgos involucra cometer errores, los aceptan como una oportunidad de aprendizaje.
Nuestros líderes nos inspiran una visión compartida del futuro para la organización. Apasionadamente creen que juntos podemos hacer una diferencia. Nos presentan una visión futura de la organización, creando un ideal y una imagen única del nuevo estado de cosas para la organización. Involucran a los demás miembros de la organización en el sueño o la visión que tienen. Ponen vida en dicha visión y nos hacen ver las posibilidades futuras para nosotros y la institución.
Nuestros líderes fortalecen nuestra capacidad para actuar frente al reto emprendido. Promueven la colaboración, construyen un equipo de trabajo inspirado e involucrado en la visión futura. Involucran a otros activamente en la construcción de esta visión futura. El respeto mutuo es la base y soporte para los esfuerzos extraordinarios, creando con ello una atmósfera de confianza y reconocimiento de la dignidad humana. Nos fortalecen a cada uno de sus seguidores, haciéndonos sentir capaces de alcanzar el reto.
Nuestros líderes nos modelan el camino a seguir para alcanzar la visión conjunta. Ellos establecen principios y valores que guían a empleados, colegas y usuarios o beneficiarios de la organización para tomar decisiones en cada paso emprendido. Construyen hábitos de excelencia y señalan ejemplos. Debido a que los cambios organizacionales son complejos y pueden fácilmente desmotivarnos, planean pequeños éxitos, cuya suma viene a generar el resultado deseado, evitando burocracia y señalándonos el camino a seguir para ir creando oportunidades de triunfo en cada paso.
Nuestros líderes fortalecen nuestro sentimiento de pertenencia y nos motivan a involucrarnos y a querer participar. Obtener hechos extraordinarios dentro de una organización es un trabajo pesado. Para mantener vivas la expectativa y la determinación de sus seguidores, nuestros líderes reconocen las aportaciones individuales al trabajo colectivo y cada victoria colectiva lleva a recompensar el esfuerzo y participación individual, celebrando los alcances parciales hasta alcanzar la visión completa del futuro deseado. Ellos logran que cada uno de nosotros nos sintamos el actor principal en el reto emprendido.
Estas cinco prácticas son los elementos fundamentales que nos hacen reconocer en ellos la credibilidad que esperamos. De esta forma encontramos una caracterización completa de la esencia del liderazgo, vista por los propios líderes y por sus seguidores. Esta caracterización facilita el entendimiento de la acción de liderazgo y nos permite identificar los principales elementos de aprendizaje que esta actividad requiere.
