Cultura empresarial: VISIÓN INSTITUCIONAL
El triunfo alcanzado por un equipo de alto rendimiento proviene siempre, desde luego, de la capacidad, la preparación y el entusiasmo de sus participantes, pero sobre todo, proviene que dicho equipo tiene una imagen precisa de lo que busca alcanzar en conjunto. En la medida que una institución evoluciona y reconoce su identidad como organización se vuelven más complejas las formas de motivación a los integrantes de tal comunidad para mantener vivo el entusiasmo, el empeño, la emoción y el involucramiento en el proceso que permite alcanzar la misión institucional. Este proceso de evolución, semejante al de un ser humano, exige que en cada etapa de la práctica se vayan clarificando los principios y valores que sustentan a dicha misión y que dan un marco de referencia para la toma de decisiones. El concepto de visión institucional resulta de singular importancia para mantener el espíritu en alto y vigente el deseo de cambio.
La visión institucional, si bien proyecta el futuro de la organización, es un compromiso en el presente. La visión representa las realidades deseadas para la organización en un tiempo específico. No nada más es importante en su carácter motivador sino que viene a ser la guía para cada una de nuestras acciones cotidianas y por tanto para nuestra toma de decisiones.
Al igual que el concepto de misión, la visión institucional si bien puede definirse en la creación de una institución, requiere cambios en cada nueva etapa de desarrollo de la organización, generándose así un proceso constructivo que va llevando en cada etapa a alcanzar nuevos retos y a que el concepto de visión se parezca cada vez más a la propia misión institucional, después de los logros alcanzados. La visión institucional es como la perspectiva arquitectónica cuando se construye un edificio, permite convertir los obstáculos en oportunidades y dirigir los cambios naturales provocados por el entorno en vez de reaccionar ante ellos, así como identificar las estrategias básicas que aseguren el alcance de la misión institucional.
La visión institucional evoca una fotografía mental de cómo será la organización en el futuro y de una forma realista que, si bien cambia y evoluciona, permanece vigente en períodos determinados por la planeación estratégica. Es la imagen de cómo vemos el seguimiento y desarrollo de nuestros propósitos, es decir que nos permite ver con claridad el futuro deseado que queremos construir con base en acciones concretas y medibles, para dar respuesta a la pregunta: ¿qué queremos como organización?
La visión institucional sirve de brújula para orientar el rumbo de cada individuo, de cada grupo de trabajo y, en general, de toda la organización. Asegura, de esta manera, que la dirección de todos los participantes de la organización apunta hacia el mismo fin. Cuando los grupos hacen suya la visión institucional liberan su energía de forma positiva hacia la construcción de la visión. Una organización con rumbo definido por una visión colectiva equivale a lograr que el cuerpo, la cabeza y el corazón trabajen coordinadamente para el desarrollo de la institución.