EL HOMBRE DE LAS MANOS DE NUBE XIII
XIII
La tierra se ensortija
sobre sus cuatro patas cardinales.
El polvo sigue allí.
Los hombres trabajan la arcilla
para obtener una bocanada de aire
donde tu cuerpo crece
en la penumbra más cálida
cuidada madriguera
cubierta de follaje marino.
Incendios solares tatúan su furia meridiana
en esta piel que se calcina viva.
¡Qué razón tenía mi viejo
las verduras saben a mineral desnudo
cuando se ganan fracturando piedras!
Es el dolor exterior del alma
el señor de las manos de nube
escribió su nombre en el mío
a fin de que recordara en su nieto no conocido
la profundidad de sus raíces.
Luego su corazón durmió al anochecer del quinto día.