Mitos, cuentos y leyendas sudcalifornias: LEYENDA DE VIKI LA CONSORTE
Cuenta la leyenda que, en 1915, existió en España una pareja que sin saberlo se destacaría por su historia de amor; esta joven y adinerada pareja viajaba por muchos lugares buscando ampliar su fortuna, se divertían y hacían grandes festejos con la alta sociedad de aquellos años. Pasó el tiempo, hasta que un día llegaron a Paris, Francia y fue allí donde se enteraron de que había un lugar en México que prometía grandes ganancias, por lo que dejándose llevar por estos comentarios, tomaron la decisión de trasladarse al lugar y probar suerte. Este lugar no era más que aquel pequeño pueblo ubicado al norte de la Península de Baja California Sur, llamado Santa Rosalía, en la época donde se establecía la Compañía El Boleo, misma que le daría un gran auge a la región debido a la extracción de minerales del lugar.
Alrededor de los años 20´s fue que se trasladaron al bello lugar, por supuesto con toda su fortuna, continuando con la realización de grandes eventos y fiestas llenas de música y bebidas, rodeados siempre de las personas más adineradas del lugar. Este era un buen negocio para ellos, sin embargo pensaban en grande y después de varios años decidieron probar suerte viajando a la Ciudad de La Paz, el lugar donde se decidiría el futuro de la pareja.
Se podía decir que la pareja se daba “la gran vida”, no les faltaba nada material, tenían todas las comodidades que cualquiera pudiera desear, además del amor que existía entre ellos. Pero un día, se dice que alrededor de los años 40´s, el joven adinerado tuvo que viajar al otro continente, dejando a la hermosa Viki en la ciudad, prometiéndole que regresaría y pidiéndole, además, que lo esperara por las tardes cerca de la Casa de Gobierno, ubicado sobre la calle 16 de Septiembre en el Centro de la Ciudad; ella lo amaba tanto que no dudó de la promesa, pero nunca se imaginó que pasaría tantas horas de nostalgia esperando su llegada. Pasaron las semanas y los meses sin que su amado regresara, ella siguió esperando en el lugar indicado, haciendo varias rondas para perder el tiempo que parecía eterno. Los años pasaban sin regreso y aunque su edad avanzaba, ella conservaba su belleza.
Un día Viki tuvo noticias no muy gratas de su amado, éste había muerto. El trágico acontecimiento la hizo perder toda esperanza, pero tiempo después se enteró de que era mentira, sí, su amado no había muerto, sino que le había mentido para viajar a España con su otra prometida.
Viki siguió nostálgica esperando y esperando el regreso de su amado hasta que falleció, por lo que la gente cuenta que se aparece, con sus ropas elegantes, por las calles del centro de la Ciudad de La Paz, y le dice a la gente que logra verla: “Soy Viki”. Incluso, se dice, que se aparecía en la antigua cárcel. También se dice que, cierta noche, un hombre caminaba cerca del Palacio de Gobierno, alrededor de las ocho, en aquel entonces la población era muy poca y no había gente por el lugar, por lo que le pareció extraño ver a una mujer caminando hacia lo que ahora es la tienda del Dax en el centro, entonces la empezó a seguir pensando que estaba algo perdida y luego la llamó, pero ésta no le contestaba, ella seguía caminando y él tras ella; este señor le preguntaba su nombre pero no no obtuvo respuesta, hasta que ella dio la vuelta en una entrecalle perdiéndola de vista, cuando esta persona llegó a la esquina, la mujer había desaparecido, por lo que se regresó y siguió su camino. Cuál sería su sorpresa que estando en su casa abrió la puerta del closet y en ese momento pudo ver a la mujer que seguía, con su misma ropa blanca diciéndole “Me llamo Viki”, esta persona salió corriendo llevándose el susto de su vida.
Así que tengan cuidado al caminar solos por estas calles, y les recomendamos si ven a alguna mujer caminando sola por los callejones del centro de la ciudad no la sigan, ni le pregunten su nombre, podrían llevarse una desagradable sorpresa.