Tal vez un himno III
Te abrazo, aunque tu cuerpo desaparezca antes de que pueda acariciarlo.
Contigo ignoro algo nuevo cada día: El camino más corto entre dos llantos no
es la línea recta. Esta nube terca no le teme a las alturas ni será lluvia
contenida para nadie. El día bulle sobre el asfalto, se trepa a los árboles, es un
tigre en vuelo. La tierra frondosa, llena de piedras, se come al cielo con las
ramas deshojadas. Lucía, cierro mis ojos por si quieres guarecerte en esta
sombra.