Tal vez un himno V
¿Y si no te gustan los juguetes y prefieres amar contracorriente? ¿Qué tigres
brincarán por el aro de tus dientes para decirme que me odias, que no te
entiendo, que te deje en paz? ¿Y si no bastan los tigres y el silencio impacta en
el centro del poema, y las sombras nos devoran con su delirante fila de
hormigas inmune a las caricias? También le temo a la puntería de la gota
repetida, cotidiana de tu llanto penetrante; al escorpión en que te conviertes
cuando duermo.