Y seguimos pidiendo la palabra: TRANSEÚNTE NOCTURNO (07-Jun-14)
Hay momentos en los que todo parece infinito, en donde todo camino huele a ti. Hay lugares también, donde el mar se pinta de rojo y caen como frutos maduros los pájaros sobre el agua, donde las caídas duelen y se olvidan. Hay días en los que me siento ajena a esta orilla, ajena al sol y al aire, al espejo, a mis ojos.
Pero todo pasa y ahora que ya no me siento, que ya no me escucho, la mirada se me agudiza en el paisaje, y allá entre los cerros, la noche camina abrazada de tu sombra, se detienen en cada árbol hasta que ella termina por atravesarle la piel con sus miradas y morirse en la oscuridad de cada beso.
Mírala regocijarse y perderse en el estar y el ir en tus cabellos. Qué triste es sentir cómo la luz le come el cuerpo a mordidas y cómo se estremece de dolor, hasta que la risa de los árboles la acompañe por fin hacia la última nube de los lamentos.
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Catalina Inclan