Y seguimos pidiendo la palabra: DOS COTILEDONES SE ABREN AL HÚMEDO RECLAMO DEL DELEITE (21-Jun-14)
El pacto versa morir en el incendio.
Sea el sabor del mango
o la frente sudorosa de la tarde,
sea tal vez el paso temido de los días
o la gozosa carne subyugada,
cuando un dolor tras otro
forjan la euforia del esfínter.
Por lo que sea,
el cuerpo se regala
sin mediar condiciones
ni admitir demoras,
como una semilla
cuyo riesgo de nacer es preferible
a su latencia de eternidad estéril.