Y seguimos pidiendo la palabra: MISERIA II (14-Jun-14)
Supongo que no te veo.
Me convenzo de tu inexistencia.
Es tan sofisticada la indiferencia,
que con los ojos abiertos,
miro a través de tu
cuerpo. Camino.
En algún lugar estoy
consciente: De tus pies
desnudos, desgarrados
secos de polvo, humillados.
Tal vez de reojo
en algún lugar cercano
me fuerzo _deseo sin
fuerza_ por detener la inercia
y caigo en cuenta
de instintos primitivos.
Sé que debo
ayudarte, mimarte, amarte.
Sé que debo en esporádicos encuentros…
día a día con la miseria, lidiar,
con el lejano remordimiento
disfrazado de velocidad.