Raspados Liz, Tradición Familiar
Nuestra refrescante y sabrosa historia empieza a finales de la década del 60 en Sinaloa, lugar donde vive Doña Licha, una trabajadora mujer madre de familia que durante las vacaciones de verano mandaba a sus hijos a vender raspados por las calles del pueblo.
Cada centavo era guardado precisamente para pagar la escuela de los niños, así que año con año se repetía la operación.
Todo era sencillo, la barra de hielo en el carrito, el raspador, y las populares esencias como vainilla con leche, vainilla negra, fresa, menta, coco, entre otras formaban el repertorio de sabores de los raspados. Sin embargo Doña Licha empezó a preparar sus propias recetas con frutas del mercado.
Guayaba, tamarindo, ciruela, piña, mango y demás se sumaron al menú, haciendo que en el calor de Sinaloa la gente buscara sus raspados por los nuevos y exquisitos sabores.
Pronto la mujer se dio cuenta de que podía vender raspados todo el año, siempre creando nuevas recetas para obtener una mayor variedad con el sabor que ya caracterizaba su producto.
El negocio creció y los hijos también, dejaron el nido y se fueron a vivir a diferentes estados de la república, no sin antes aprender la receta familiar, así fue como Raspados Liz llegó a La ciudad de La Paz, Baja California Sur.
Ya son casi 30 años desde que la primera raspadería ubicada en 5 de mayo y Altamirano abrió sus puertas trayendo a los paceños un alivio para el calor del día y el antojo de las tardes.
Pero la historia no termina aquí, en la ciudad de La Paz los Raspados Liz son reconocidos no solo por su rico sabor y por ser naturales, sino porque fueron los primeros en ofrecer el famoso y muy buscado raspado de naranjita que combinado con chile es una dulce botana helada que enamora los paladares de quienes lo prueban.
Los años pasan y las familias sudcalifornianas, generación tras generación visitan las raspaderías ubicadas en diferentes zonas de la ciudad y ahora las nietas de Doña Licha se encargan de mantener esta tradición que seguramente heredarán a sus hijos.
Si quieres y no conoces los Raspados Liz, o si se te antojaron puedes encontrarlos en:
5 de Mayo y Altamirano (matriz).