La novela sueca
El primer acercamiento que tuve con la novela nórdica o escandinava fue con Stieg Larsson, quien después de muerto se convirtió en uno de los escritores más leídos de los últimos años, sobre todo en Europa. En el año 2004 estaba entregando su tercer título de la serie Millenium cuando apenas iba ser publicado el primero; lamentablemente falleció ese año a los 50 de edad. Esta trilogía lleva por títulos Los hombres que no amaban a las mujeres (2005); La chica que soñaba con un cerillo y un galón de gasolina (2006); y La reina en el palacio de las corrientes de aire (2007). Género policiaco que ha sido llevado al cine con gran éxito, cuyas ganancias millonarias tanto por la venta de los libros como por los derechos derivados de las películas, todavía se ventilan en los tribunales entre los herederos (esposa, padre, y hermano) que no se ponen de acuerdo. Ahí destacan los personajes de Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist, con personalidades diametralmente opuestas, y con la virtud de combinar el genio y el equilibrio entre ambos.
Otro autor sueco de gran éxito en librerías, es Jonas Jonasson, quien con la novela El abuelo que saltó por la ventana y se largó (2010), ha vendido seis millones de ejemplares y ha sido traducido en 35 idiomas. Una novela fantástica e hilarante. El abuelo está recluido en un asilo y el día de su aniversario número 100, cuando están todos reunidos para festejarle, decide escaparse dejando con un palmo de narices a sus compañeros de encierro, a sus guardianes, y a las autoridades ahí presentes, asumiendo que no todos los días alguien cumple un siglo de edad. A partir de ahí se embarca en una aventura de policías y ladrones, mientras que en un segundo plano temporal, se va narrando la vida de este singular personaje que consideró que la vida no termina a los cien sino que apenas empieza, al grado de poner al país patas arriba. Otro título de este escritor, es El analfabeta que era un genio de los números (2013).
Y por último, Camilla Läckberg, quien también abraza el género policiaco con Las hijas del frío (2005), y le anteceden La Princesa del hielo (2002); y Los gritos del pasado (2004), recibiendo el reconocimiento de la crítica sueca.
Recuerden que si no encuentran estos títulos, las librerías de la localidad se los pueden encargar; lo importante es que disfruten del suspenso de estas historias. Y cierro con esta frase de Teresa de Cepeda y Ahumada (Santa Teresa de Jesús o Teresa de Ávila 1515-1582): “Lee y conducirás; no leas y serás conducido”.