Mitos, cuentos y leyendas de sudcalifornia: EL LAGO SAGRADO DE LOS GUAYCURAS
Una antigua leyenda cuenta que la hermosa Sierra de la Laguna adquirió su nombre debido a que, en algún momento de la historia, existió en lo alto de la montaña un increíble lago que era sitio ceremonial de los guaycuras, quienes poblaron la zona que va desde la actual ciudad de Loreto hasta Todos Santos.
Se dice que cada año, durante los meses de agosto y septiembre, varios grupos guaycuras realizaban un largo viaje hacia la cima de la sierra; hombres y mujeres iban acompañados de niñas, niños y, especialmente, llevaban consigo a sus hijos recién nacidos. A través de las empinadas laderas de la montaña y peligrosos senderos, los antiguos californios subían poco a poco, hasta llegar al valle donde se encontraba el lago sagrado, rodeado de majestuosos árboles y pinos, vegetación propia de ese lugar.
Una vez que llegaban a su destino, los guaycuras se instalaban alrededor de la laguna para descansar del viaje y recobrar fuerzas, por largo rato contemplaban con admiración el agua quieta y transparente en donde se reflejaban sus rostros tostados por el sol. En medio de frondosos encinos y madroños, este sitio resultaba un extraordinario oasis para los visitantes.
Horas después de haber llegado, los guaycuras iniciaban las ceremonias en honor a su dios Guamongo, creador de los cielos, la tierra y el mar, sembrador de las pitahayas y hacedor de los peces. Los rituales se acompañaban de cánticos y bailes que eran dirigidos por el Guama, el respetado hechicero de la tribu. Al final de los actos solemnes, las madres bañaban a sus hijos en la laguna como ofrenda a Guamongo, esta acción también simbolizaba que sus descendientes venerarían y cuidarían ese bello lugar, tan importante para sus costumbres y creencias.
Según el libro Mitos, leyendas y tradiciones sudcalifornianas, de Leonardo Reyes Silva, pasados los cinco días que duraban las ceremonias, los indígenas comenzaban el descenso y retomaban sus actividades cotidianas que consistían en la recolección de frutos del monte, la pesca y en menor medida la caza. “Pero muy adentro de su corazón llevaban el recuerdo de su lago sagrado que allá, en lo alto de la sierra, los esperaba cada año para ofrecerles nuevos impulsos que les permitieran vivir en esta tierra inhóspita, árida y de clima extremoso, donde el agua era el don más preciado que su dios les había regalado”. Escribe Reyes Silva.
La leyenda dice que, en los años de la conquista los guaycuras continuaron con sus peregrinaciones o procesiones hacia la cima de la Sierra de la Laguna, pero los exploradores españoles descubrieron el lugar sagrado y abrieron canales para desecarlo e impedir que los nativos californios siguieran venerando a Guamongo y tuvieran sus propias creencias.
Las fotografías son sólo ilustrativas.
FOTO 1: Mapio.Net
FOTO 2: La Cieneguita por Sierra de la Laguna EcoExpeditions.
FOTO 3: Primer Valle de la Sierra de la Laguna por Fernando Arteche.
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