Mitos, cuentos y leyendas sudcalifornias: NIPARAJÁ Y TUPARÁM
Cuenta la mitología pericú que en el cielo vivía Niparajá, ser supremo creador del firmamento, la tierra y el mar, quien poseía poderes extraordinarios y había dado a los hombres y mujeres las pitahayas, los peces y los árboles. El gran señor tenía una esposa llamada Anajicojondi, ella le había dado tres hijos sin tener contacto carnal, ya que carecía de cuerpo. Uno de sus hijos llamado Cuajaip, había sido un hombre de carne y hueso que habitó la tierra por un largo tiempo para doctrinar a los humanos.
Un día los hombres se rebelaron contra Cuajaip, lo mataron y colocaron sobre su cabeza un ruedo de espinas; ellos creían que el cielo estaba más poblado que la tierra ya que en tiempos remotos hubo espantosa guerra contra Niparajá provocada por un demonio llamado Tuparám, también nombrado Bac. Los antiguos californios relataban que Niparajá salió vencedor de la batalla, por lo que después de quitarle a Tuparám las pitahayas y diversas frutas, lo encerró en una cueva cerca al mar junto a sus secuaces y colocó ballenas para que no lo dejaran salir de la prisión.
La leyenda asegura que Niparajá estaba en contra de las guerras y el malvado Tuparám a favor, por lo que cuando una persona moría flechada no descansaba en el cielo, su espíritu iba a parar a la cueva de Tuparám.
Pintura de Niparajá: Andrea Gaume