Mitos, cuentos y leyendas sudcalifornias: LA FIESTA DE LAS PITAHAYAS
Como ya compartimos anteriormente los antiguos californios tenían dentro de su forma de alimentación, el consumo de las pitahayas.
Esta deliciosa fruta estaba principalmente en los grupos cochimíes y guaycuras, sin embargo, también los pericúes la conocían.
Era tal la predilección por este fruto de las espinas que nombraron sus temporadas en torno a la cosecha. Los cochimíes usaron "Amada-Appi", para nombrar a la segunda estación del año que comprendía los meses de agosto a octubre. Periodo durante el cual se cosechaban las pitahayas agrias, tunas y otras semillas y Mejibó, primera estación del año que iba desde el mes de junio hasta el mes de agosto.
La temporada Amada-Appí fue la que se consideraba la más alegre, llena de festejos, reuniones y otras prácticas de estos grupos semi-nómadas.
La fruta era nombrada como "ambía", si era dulce: "tammi" y era agria "fajuá". Según las crónicas de Clavijero.
Durante los meses de cosecha, cuenta, que los indígenas se desaparecían de las misiones para internarse en el monte buscando pitahayas.
Esta y otras anécdotas más aparecen en la historia contada por los españoles que vivieron en la península. Sin embargo, de las más significativas es cuando llegado la fiesta o la temporada de las pitahayas una india casada con un español, se escapa de su casa para celebrar su tradición y éste último la reprende, se dice que a raíz de ese conflicto, los indios ya cansados de los malos tratos de los españoles orquestaron la rebelión de los pericúes, pero de esa historia les contaremos más en otra ocasión.