Mitos, cuentos y leyendas sudcalifornias: LA NIÑA DE LA MUÑECA
Como todos los panteones del mundo, los panteones de nuestra ciudad capital están llenos de relatos que ficticios o reales, le ponen la piel chinita a más de un escéptico y en esta ocasión les queremos contar una historia que circula de boca en boca con los taxistas del lugar.
Nos referimos a la leyenda de la niña del panteón de Jardines del Recuerdo, que está en la memoria de muchos taxistas sudcalifornianos que pasan por el lugar o personas que gustan de lo paranormal.
Entre plática y plática, taxistas locales contaban anécdotas que les sucedían diariamente, entre las cuales uno de los taxistas de nombre Antonio contó que: una noche había terminado un poco más temprano de lo normal (2 de la mañana) pues el trabajo había estado flojo y no había muchos clientes para llevar pues era un lunes que normalmente es flojo, a su trayecto antes de llegar a su casa tenía que pasar por el Panteón de los Jardines del Recuerdo, cuando de pronto voltea por inercia y había una niña con una pequeña muñeca entre sus brazos haciéndole señas, a lo que el rápidamente frena de golpe y se baja del taxi para preguntarle a la niña que donde estaba su mamá pues eran las altas horas de la madrugada y se le había hecho extraño que una inocente criatura estuviera sola.
Le pregunta su nombre pero esta no contesta a lo que decide subirla al taxi para llevarla a una comandancia pues el sitio lucia aterrador y nadie parecía estar en el lugar, en eso la niña saca un papel que tenía una dirección la cual dice ser su casa, el taxista sorprendido la lleva al lugar indicado, la niña baja rápidamente a una casa que parecía tener un aspecto olvidado y a su vez abandonada en eso el taxista le grita: ¡por favor háblale a tus papás! la niña se difuminó en la nada.
El taxista no paraba de pensar en eso vio que en el taxi estaba la muñeca de la niña a lo que decide tocar la puerta de la vieja casona y a los pocos minutos de permanecer fuera de ella habré una señora de aspecto muy cansado pues apenas podía mover su mano, el taxista le dice disculpe buenas noches pero traje a una niña a este sitio y se bajó corriendo y olvidó su muñeca, la anciana no podía creer lo que decía el hombre y se suelta a llorar a lo que el taxista le dice: ¿disculpe dije algo malo? y la anciana replica para nada pero es que la muñeca que me acaba de entregar era de mi nieta que falleció hace años atrás, en ese momento el taxista se retira repentinamente del lugar y arranca su taxi para salir rápidamente del sitio, pues le era inverosímil creer lo que había escuchado.