Mitos, cuentos y leyendas sudcalifornias: EL ORIGEN DEL NOMBRE DE GUERRERO NEGRO
Guerrero Negro se ubica justo a la mitad de la hermosa península de Baja California y se sitúa en el extremo norte de nuestro estado, exactamente sobre el famoso paralelo 28. Esta población sudcaliforniana forma parte de un importante corredor biológico compuesto por lagunas, manglares, dunas, planicies y sierras que guardan una gran riqueza ecológica; dicha zona es un santuario para la reproducción y crianza de la ballena gris, así como un refugio para diversas aves migratorias.
En Guerrero Negro también podemos encontrar una de las salineras más grandes del mundo, incluso hay visitas guiadas en donde se muestran los sorprendentes depósitos de sal natural que allí abundan.
Pero, ¿de dónde surge el peculiar nombre de “Guerrero Negro”?
Se cuenta que éste proviene del nombre de la laguna que se encuentra al norte de la población y que a su vez debe el nombre al de un misterioso barco llamado The Black Warrior (en español, El Guerrero Negro), el cual se hundió frente a sus costas cargado de oro y plata. Según algunos reportes, el barco se perdió en 1859 en la barra a la entrada de la laguna. De acuerdo con la historia, el gobierno mexicano ordenó la instalación de una sección aduanal en este sitio en 1884 cuyos empleados no pudieron llegar debido a una epidemia que los atacó.
Sin embargo, The Black Warrior en realidad fue un antiguo barco ballenero de origen estadounidense que encalló en la laguna que ahora lleva su nombre: Guerrero Negro. Esta laguna, junto con la laguna Ojo de Liebre (al Sur) y la laguna Manuela (al Norte), forman parte del complejo lagunar Ojo de Liebre, dentro de la bahía de Sebastián Vizcaíno que se extiende de sur a norte desde playa Malarrimo, en Baja California Sur, hasta el cerro de Santo Domingo, en Baja California.
No obstante, hay personas que todavía creen que el barco hundido en las aguas de Guerrero Negro sí transportaba metales preciosos, por lo que siguen buscando el tesoro perdido. Y, afortunadamente, hoy ya no hay barcos balleneros esperando cazar a las majestuosas ballenas grises.