STATUS QUO
¿Se imagina el lector qué hubiera sido de nosotros de no habernos atrevido a dar nuestros primeros pasos cuando niños, si no hubiéramos vencido el miedo a caernos? ¿Se imagina que hubiéramos desistido ante el reto de pararnos y caminar por nuestra propia cuenta? Creo que una de las grandes debilidades del proceso de enseñanza-aprendizaje, durante décadas anteriores, fue la falta de estímulos para el desarrollo de habilidades y la motivación al alumno para preguntar y satisfacer sus propias dudas sobre lo que no conoce o entiende. En la práctica ocurre que estamos más acostumbrados a satisfacer las preguntas realizadas por el profesor, buscando contestar lo que el profesor quiere escuchar como respuesta. De esta forma, más que motivar la búsqueda del conocimiento se promueve esconder las dudas o reprimir el deseo de retar a los procesos.
Cuando admiramos las acciones de aquellas personas que consideramos nuestros líderes, ya sea en la política, la economía, la ciencia, el deporte, las artes, los espectáculos, la familia, la organización en la que trabajamos, el municipio, el estado o el país donde vivimos, nos damos cuenta que dichas personas se han atrevido a ir más allá de lo que normalmente se acepta. Es decir, se han atrevido a cambiar el status quo (estado de cosas) existente. Desde luego, esto no es lo único que caracteriza al liderazgo ejercido por dichas personas, pues sin seguidores no hay líder y lo que estos esperan de la persona que consideran su líder es, sobre todo, credibilidad. El estudio de casos concretos demuestra un patrón similar en las acciones que los líderes de las organizaciones públicas realizan y que les permiten ganar la credibilidad esperada por sus seguidores; acciones que en un intento de clasificación pueden ser resumidas de la siguiente forma:
- Promover un cambio en el estado de cosas dentro de la organización.
- Compartir y promover una visión futura del estado de cosas para dicha organización.
- Promover el involucramiento de otras personas en la construcción del nuevo estado de cosas.
- Ejemplificar las diferentes etapas y pasos en la construcción de la visión futura.
- Fortalecer el sentimiento de participación en el proceso y construcción de cambio del estado de cosas.
Una organización pública que busca el liderazgo en su ámbito sigue el mismo proceso que un individuo dentro de su grupo y así, el primer paso en la búsqueda del liderazgo organizacional es atreverse a ir más allá de lo que el actual estado de cosas permite; esto es, ir más allá de lo común y lo normal. Hay que atreverse a cambiar más allá de lo ordinario, es decir, a lo extraordinario. Cambiar el estado de cosas implica la búsqueda de nuevas oportunidades y la confrontación de nuestra realidad contra el futuro que deseamos, pasando de un estado de comodidad a uno de trabajo para construir un nuevo futuro. Cambiar el estado de cosas también obliga a experimentar y tomar riesgos, aprendiendo por igual del error y del éxito a lo largo de dicho proceso.
Todo lo anterior nos lleva a afirmar que una institución pública moderna, responsable, pertinente, efectiva y eficiente surge a partir de atreverse a cambiar. Desde luego, dicho cambio debe ser en pro de la calidad, es decir, asegurando que el cambio del estado de cosas deje ver con efectividad que lo que sucede cada nuevo día en la institución es mejor que lo ocurrido el día anterior y así de forma permanente.