Postales de BCS: La Purísima, Comondú
El oasis de La Purísima sobresale como una ola de frescura en medio del caluroso desierto que lo rodea. Esta pintoresca localidad se localiza a 145 kilómetros al norte de Ciudad Constitución, municipio de Comondú, B.C.S., México.
El oasis de La Purísima bordea el arroyo del mismo nombre. El paisaje está repleto de cañadas, mesetas y valles ramificados. La temperatura promedio es de 22°C, ideal para relajarte en el seno de una fresca huerta. Hay muchos yacimientos de agua, lo cual favorece la proliferación de exuberante vegetación. En la región abundan palmeras, mezquites, carrizos, “palo verdes” y tules. Lo anterior atrae a un sin número de aves, desde gallaretas grises, pasando por diferentes especies de patos, hasta la gallineta de patas amarillas (ave poco común en la península de Baja California).
A pesar de albergar menos de 500 habitantes, esta población está llena de historia. Se cuenta que en 1717 el padre jesuita Nicolás Tamaral llegó a la región que los indígenas cochimíes llamaban “Cadegomo” palabra que en su lengua significa “Arroyo de carrizales”. Al observar la figura abstracta del Cerro El Pilón, con una altura de 400 metros, para los jesuitas significó la imagen de la Virgen María e interpretaron este cerro como un mensaje divino. Fue así que decidieron construir aquí la misión de Nuestra Señora de la Purísima Concepción de Cadegomo. Dicha misión se fue deteriorando con el pasar de los años y hoy en día quedan pocos vestigios de su presencia.
En este mágico lugar también existe la leyenda de “El vampiro Blackman”, el cual según los pobladores, llegó a La Purísima en 1795 procedente de Transilvania. Se dice que por esas fechas diversas enfermedades aquejaron a la población y mucha gente murió, entre ellas su amada esposa. Sin embargo, los antiguos habitantes culparon al vampiro de las tragedias y decidieron enterrarlo vivo junto a su esposa en 1912. Las últimas palabras de Blackman fueron que volvería en vida cien años después para vengarse. Hoy en día su tumba es un lugar frecuentado entre los turistas que visitan la región.
Los lugareños se dedican principalmente a la agricultura, la ganadería, el cultivo en huertos, la elaboración de dulces locales y riquísimos quesos, así como deliciosas conservas de frutas. Además, son conocidos por su hospitalidad, amabilidad y calidez.
La Purísima cuenta con restaurantes y acogedores hoteles, si deseas relajarte pasando un rato agradable bajo la sombra de un frondoso huerto y conocer la comida regional, no te puedes perder la oportunidad de conocer este bello lugar.