Buscando paz
Buscando paz caminé por una ciudad de ángeles dormidos, de ojos cerrados y alas retraídas, un mundo sin bondad o alegría. Con pequeños que ríen y juegan mientras los mayores, ensimismados en el deber, les enseñan a guardar sus alas y apagar su alegría.
Un lugar dónde a diario grandes portadores de sueños y esperanzas cambian sus ideales para convertirse en dueños de todo y no conseguir nada.
Un reino, de poder inexistente, en el que todos desean estar pero nadie está consiente, dónde un monitor, ventana latente, se transforma en el mejor escape para cualquiera que lo intente.
¡Gloriosos sanadores! De un mundo en agonía, contagien su luz con quién lo necesita, vivan en amor y alejen la monotonía. Extiendan sus alas y vuelen.